Lesiones de rodilla más frecuentes
Una de las lesiones de rodilla más frecuentes es la artrosis, en la que los cartílagos se han ido desgantando por la edad o por exceso de trabajo.
Además de los ya citados esguinces, también son habituales las distensiones, producidas por una excesiva elongación del músculo o del tendón.
Las tendinitis son inflamaciones del tendón, que suelen producirse por sobrecarga e irritación, siendo muy conocida la “rodilla del saltador”.
La dislocación de rótula se produce cuando esta se desplaza de su lugar y es relativamente frecuente, al igual que la bursitis, que supone la inflamación del tejido sinovial.
Posibles causas de lesiones en la rodilla
Las causas más frecuentes de lesión de rodilla suelen incluir impactos directos, o también desplazamientos por posiciones forzadas en caídas o movimientos bruscos.
Los jugadores de fútbol tienden a presentar lesiones de rodilla, ya que este deporte implica justo lo que acabamos de describir, incluyendo actividades que implican no solo saltar, sino también correr y, sobre todo, hacer paradas bruscas, que suponen en muchas ocasiones cambios de dirección.
El sobrepeso también es un factor predisponente para las lesiones de rodilla, así como los accidentes de coche, en los que se observa con cierta frecuencia los impactos directos de las rodillas contra el salpicadero.
Existen otras patologías que pueden conducir a lesiones en las rodillas, tales como la osteoartritis y la gota.
Cómo prevenir las lesiones de rodilla
Existen ciertas precauciones que deben tomarse para prevenir las lesiones de rodilla, sobre todo las ligamentosas, particularmente si eres deportista.
El mantenimiento del tono muscular adecuado de todos los músculos que participan en la articulación, es básico para mantener la rodilla fuerte y estable. Un desequilibrio muscular entre agonistas y antagonistas propiciará las lesiones de los ligamentos.
Si pasas por periodos de inactividad, debes iniciar la actividad física con prudencia, evitando sobrecargas, para ir incrementando la intensidad y/o duración del ejercicio de forma muy progresiva.
El calentamiento es otro gran aliado en la prevención de lesiones, gracias al aumento de flujo sanguíneo.
Y naturalmente, como en cualquier actividad física, los estiramientos son básicos. Si tienes propensión a las lesiones de rodilla o ya has pasado por procesos patológicos que la involucren, debes practicar estiramientos al levantarte por las mañanas, antes de realizar tu actividad física y también después del entrenamiento.
Síntomas de una lesión de rodilla
Los principales síntomas de las lesiones de rodilla suelen ser comunes a distintos diagnósticos, e incluyen principalmente dolor o molestias, inflamación, con o sin percepción de calor, e inestabilidad en la articulación. La inestabilidad se percibe como la percepción de que la rodilla está insegura, se siente como “de trapo” o bien se traba.
Es frecuente la sensación de que “algo se ha roto”, e incluso escuchar un “crack”.
Un síntoma habitual puede ser que no se pueda cargar el peso sobre esa pierna, llegando a ser imposible dar un paso para caminar.