¿Qué beneficios o ventajas tiene la Operación de Litotricia con Láser Holmium?
La principal ventaja del láser holmium es que permite transportar una gran cantidad de energía a través de fibras flexibles, provocando una alta seguridad y eficacia, con un riesgo muy bajo de lesionar las estructuras adyacentes. Además de esto:
- Es un instrumento que se adapta a cualquier tipo de endoscopio, ya que existen diferentes calibres de fibras, desde fibras muy pequeñas y flexibles, hasta de un mayor calibre y más rígidas.
- Lo eficaz que es a la hora de fragmentar cualquier tipo de cálculo, sin hacer apenas distinción de la composición del mismo.
- El máximo control que posee el cirujano mientras realiza la intervención. Esto es debido a que el láser aplica un tipo de pulsación sobre el cálculo, para que éste no se desplace dentro del órgano y poder eliminarlo de una forma más efectiva.
El láser Holmium es una herramienta con un perfil de excelente seguridad, lo positivo de ella, es que una misma fibra puede ser empleada en varios tratamientos, abarcando así la totalidad del tracto urinario.
¿Qué posibles riesgos se pueden presentar tras esta cirugía?
Los riesgos tras la operación de Litotricia con láser Holmium, son mínimos siempre y cuando los pacientes sigan las recomendaciones de los especialistas y así no sufrir la reaparición de cálculos.
Aún así, hay que tener presente que pueden aparecer efectos secundarios. Entre los más comunes se encuentran:
- Daño renal: es uno de los que causan más problemas, aunque es muy poco habitual. Se debe a la formación excesiva de químicos y burbujas de gases que pueden afectar al riñón. Los efectos que causa son edema, sangrados e hinchazón en el interior o alrededor del riñón.
- Efectos gastrointestinales: se pueden llegar a producir erosiones en el estómago y el duodeno originando un desgaste en las superficies de los órganos próximos al riñón por el roce con otros órganos a causa del efecto de las ondas durante la intervención.
- Dolores o molestias: originados por el transcurrir de los fragmentos de cálculos por las vías urinarias hasta conseguir ser expulsadas. Se soporta sin problemas ya que el dolor sería mucho más agudo en caso de permanecer el cálculo original.
- Sangre en la orina: debido a la introducción de instrumentos y el paso de los fragmentos por los órganos renales, pero es algo muy poco habitual. En caso de que la hemorragia persista varios días, los especialistas pueden optar por volver a realizar la cirugía.